ATAQUES DE PÁNICO
TERAPIA PSICOLÓGICA MÉXICO DF
Causas del trastorno de pánico | enfoque cognitivo-conductual
Enfoque cognitivo conductual: causas del trastorno de pánico
Para el enfoque cognitivo conductual, la aparición de los ataques de pánico se debe a una reacción inadecuada a las sensaciones de ansiedad o angustia. Las crisis de pánico se activan como resultado de un círculo creciente de percepciones mentales y reacciones corporales de miedo. Por ejemplo, es normal que el miedo o la angustia nos ocasione una excitación fisiológica (que nos prepara para luchar o para huir al hacer frente al peligro que causa esta ansiedad y angustia), pero si las sensaciones que tenemos de esta excitación fisiológica nos provoca más miedo o angustia, entonces entramos en un círculo vicioso: porque ahora reaccionamos no solo contra el origen de nuestro miedo (lo que ocasiona la ansiedad), sino también contra nuestras propias sensaciones de excitación. Las reacciones fisiológicas desencadenan nuevas percepciones de miedo que incrementan aún más las reacciones del cuerpo de una manera cíclica y creciente. La incapacidad de la persona para interrumpir este ciclo creciente acaba desencadenando un ataque de pánico. Esta cadena en espiral (miedo o angustia-excitación corporal-miedo o angustia) nos conduce en segundos a un ataque de pánico.
Al experimentar miedo respiramos más rápido. Es una simple medida de supervivencia del cuerpo, en la que se da más oxigeno a los músculos para prepararlos para la acción. Si no actuamos, podemos tener la sensación de mareo debido a una hiperventilación. Si esta ligera experiencia de mareo nos ocasiona miedo, entonces respiramos más rápido todavía, aumentando así mismo el mareo. En pocos segundos podemos estar completamente mareados y con sensaciones en el cuerpo de hormigueo. Esto nos provoca un miedo totalmente descontrolado y disparatado, acompañado de pensamientos de catástrofe de que estamos perdiendo el sentido o que nos estamos muriendo.
Una vez que el paciente y el terapeuta identifican las creencias y pensamientos negativos, pueden trabajar en remplazarlos por otros más realistas y balanceados. El terapeuta puede enseñar también maneras de cambiar el comportamiento, lo cual puede facilitar el afrontar posibles ataques de pánico futuros. Por ejemplo, de acuerdo al caso anterior, si aprendemos a no tener miedo a la sensación inicial de mareo, entonces el círculo vicioso se interrumpirá y no ocurrirá el ataque de pánico. Si practicamos para respirar de manera tranquila (y no como si estuviéramos ante una situación de peligro) cuando tengamos miedo, entonces rompemos el ciclo que conduce al pánico.
Como vemos, poco importa si existe una predisposición genética o un factor bioquímico involucrado en este trastorno, ya que esto no impide al paciente aprender cómo salir del problema del ataque de pánico, interpretando adecuadamente los signos corporales, como miedo y ansiedad normales, y no de forma catastrófica.
FAQ: Preguntas frecuentes sobre el trastorno de pánico.
CENTRO R&A PSICÓLOGOS